El pasado sábado se produjeron muchas y muy buenas noticias para el Barcelona. Se ganaron los tres puntos, el equipo dejó la portería a cero, el tridente marcó, etc. Entre estas y otras cosas, cabe destacar también el retorno de Samuel Umtiti. El central francés volvía tras un largo periodo alejado de los terrenos de juego y su actuación fue impecable.

Big Sam, como popularmente se le conoce, hizo un gran partido. De hecho, nadie hubiera dicho que llevaba tanto tiempo sin jugar. Estuvo rápido, atento y fuerte por arriba. Además, hay que subrayar que Umtiti jugó en el perfil derecho de la defensa, algo que no le beneficia al ser zurdo. Sin embargo, eso no le impidió realizar una salida limpia de balón, aunque el protagonista en este aspecto fuera Lenglet.

Su compatriota dio una asistencia de gol conectando con Griezmann en largo y se llevó todos los focos. Pero Samuel había evitado en el inicio del partido un más que probable gol del Eibar tras un centro lateral muy peligroso. Ahí, Umtiti se mostró muy poderoso en el juego aéreo, recordando al central que llegó hace ya unas temporadas y parecía ser el compañero definitivo de Piqué en la defensa azulgrana.

Su regreso triunfal es una muy buena noticia. No sólo para él sino también para el Barça. Ernesto Valverde tiene esta temporada una plantilla más amplia, con más recursos. Llegaron Griezmann y De Jong para sumar en el ataque y el centro del campo, respectivamente. Y si Umtiti es respetado por las lesiones, tendrá un tercer central top, además de contar con la juventud y el desparpajo de Todibo.

 Si verdaderamente ha dejado atrás los problemas en la rodilla, Ernesto Valverde se habrá llevado una gran alegría y lo lógico sería que los rumores de traspaso se evaporaran. Un equipo que quiera luchar por todos los títulos no puede depender de 11 o 12 jugadores. El fondo de armario es muy importante y quién mejor que Big Sam para darle solidez defensiva al Barça y descanso tanto a Lenglet como a Piqué.

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